Era un lluvioso día tres de Noviembre de hace cincuenta y cuatro años, cuando me subieron a uno de los autobuses aparcedos en el Paseo de San Juan de Barcelona (por aquel entonces General Mola ) y, cual consentido secuestro, me transportaron junto a otros cientos de chavales de mi misma edad a la UNIVERSIDAD LABORAL FRANCISCO FRANCO situada entre Tarragona y Salou, donde iban a darnos educacion y aprendizaje para el dia de mañana.
Nunca, por años que viva, podré olvidar aquella sensación de miedo e inseguridad, supongo que producida por haber perdido de repente, padre, madre, hermanos y amigos, y verme formando filas, marcendo el paso, aprendiendo el “cara al sol”, hablando una lengua que no era la mía y cuidando de no paracer triste, porque estaba prohibido.
Estuve ocho largos años en este sitio, no voy a renegar de ellos porque creo que no se debe renegar del pasado, y reconozco que me dieron una aceptable formación técnica que he aprovechado en mi vida laboral, pero, haciendo balance, creo que el precio que pague fué muy, muy alto para lo recogido: Me quitaron a mis padres, hermanos y amigos cuando mas falta me hacian, me hicieron hablar en otro idioma e intentaron convertirme en un despreciable facista más con la parafernalia de los himnos, las banderas y el machismo. Me hice técnicamente pero me deshice como persona. Han pasado muchos años, he padecido dos episodios de depresión importantes, he hecho muchos y muy buenos amigos, pero sigo pensando que no me ha compensado lo adquirido por lo perdido.
Estaba llorando mientras el Sr. Educador se quitaba el cinturón ,para pegarme por hablar en catalán con un compañero, cuando me he despertado en un baño de sudor frio, y he agradecido que ya fuese de día, apuntara un sol de finales de verano y a mi lado estuviese todavía dormida la persona que más quiero"
Fotografía: Tomada el dia de llegada (3 de Noviembre de 1956)
A la derecha y del fondo hacia afuera: Jose del Campo, Lluis Carreras, desconocido, Jaime García.
A la izquierda, el educador Fernando Llamas.
